Para inaugurar el Año Parroquial el 10 de junio, la arquidiócesis de Denver se unirá al Avivamiento Eucarístico Nacional en el rezo de la novena de Corpus Christi a partir del 2 de junio. Pediremos al Señor que abra nuestros corazones mientras nos preparamos para iniciar el Año Parroquial y que este año sea un tiempo fecundo en el que todos los fieles se reencuentren con Jesucristo en la Eucaristía.
Novena de Corpus Christi
DÍA 1: 2 de junio (Viernes antes del Domingo de la Santísima Trinidad)
La creación del mundo
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos la bendición de la creación, que Cristo asume, transforma y presenta a su Padre celestial.
“Y dijo Dios: ‘He aquí que les entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen fruto y semilla, para que les sirvan de alimento’” (Gn 1,29).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. Tú haces brotar las plantas que sirven para el hombre;
R. de los campos él saca el pan y el vino, / que alegra corazones.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Señor de la creación, concédenos la gracia de ofrecernos a nosotros mismos, nuestras obras y toda la creación en unión contigo y el Padre. Amén.
DÍA 2: 3 de junio (Sábado anterior al Domingo de la Santísima Trinidad)
La fiesta de la Pascua
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos nuestra liberación definitiva del pecado en Cristo, nuestro sacrificio pascual.
“El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa” (Ex 12,3).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. El cáliz de salvación alzaré,
R. invocando su nombre.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Cordero de Dios, concédenos la gracia de tirar la antigua levadura del vicio y la maldad, y de vivir en la sinceridad y la verdad. Amén.
DÍA 3: 4 de junio (Domingo de la Santísima Trinidad)
El maná en el desierto
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos el reino celestial, del que ahora tomamos parte en la Eucaristía.
“Entonces dijo el Señor a Moisés: ‘Voy a hacer que llueva pan del cielo’” (Ex 16,4).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. En cambio, Israel comería de lo mejor del trigo
R. y yo lo saciaría con miel silvestre.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Santo Maná, concédenos la gracia de poner la mente en las cosas de arriba y no en las de la tierra. Amén.
DÍA 4: 5 de junio (Lunes después del Domingo de la Santísima Trinidad)
La natividad de Cristo
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos que la Palabra que se hizo hombre y habitó entre nosotros ahora se nos da a sí mismo en la Eucaristía.
“María tuvo a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada” (Lc 2,7).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
R. el que coma de este pan vivirá para siempre.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Pan de Vida, concédenos que, alimentados por la Eucaristía, te sirvamos a ti en los pobres, los que sufren y los perseguidos. Amén.
DÍA 5: 6 de junio (Martes después del Domingo de la Santísima Trinidad)
La institución de la Eucaristía
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos el gran don de la Eucaristía, que Jesús confió a la Iglesia.
“Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se los dio, diciendo: ‘Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía’. Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: ‘Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes’” (Lc 22,19-20).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. Voy a hacer sacrificios de alabanza,
R. invocando tu nombre.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Mediador de la nueva alianza, concédenos la gracia de atesorar la oblación que estableciste en la última cena. Amén.
DÍA 6: 7 de junio (Miércoles después del Domingo de la Santísima Trinidad)
El sacrificio de la cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la Solemnidad de Corpus Christi, recordamos la entrega de Cristo en la cruz, fuente de los sacramentos de la Iglesia.
“Pero al llegar a él, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua” (Jn 19,33-34).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. En tus manos encomiendo mi espíritu
R. y tu lealtad me librará, Dios mío.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, concédenos la gracia de ofrecer nuestra vida como un sacrificio vivo, santo y agradable a ti. Amén.
DÍA 7: 8 de junio (Jueves después del Domingo de la Santísima Trinidad)
La resurrección
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos la resurrección de Cristo, su triunfo sobre el pecado y la muerte.
“Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se los dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció” (Lc 24,30-31).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. Enséñame el camino de la vida,
R. sáciame de gozo en tu presencia.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Fuente de vida nueva, enciende nuestros corazones con el don de tu Espíritu, y concédenos la gracia de proclamar tu vida eterna. Amén.
DÍA 8: 9 de junio (Viernes después del Domingo de la Santísima Trinidad)
La Eucaristía en la vida de la Iglesia
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad de Corpus Christi, recordamos que la vida de la Iglesia brota de la Eucaristía y vuelve a ella.
“Y todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar las enseñanzas de los apóstoles, vivían en comunión fraterna y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan” (Hch 2,42).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor;
R. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor;
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Señor de la Iglesia, haz que, al participar de tu cuerpo y de tu sangre, seamos un solo cuerpo y un solo espíritu en ti. Amén.
DÍA 9: 10 de junio (Sábado después del Domingo de la Santísima Trinidad)
La fiesta de las bodas del Cordero
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al acercarse la solemnidad del Corpus Christi, recordamos el cumplimiento definitivo de la Eucaristía en las bodas del cielo.
“Y yo les voy a dar el reino, como mi Padre me lo dio a mí, para que coman y beban a mi mesa en el reino” (Lc 22,29-30).
Se guarda un breve periodo de silencio.
V. Tú mismo me preparas la mesa,
R. y llenas mi copa hasta los bordes.
Oración final
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión,
concédenos venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo,
y eres Dios por los siglos de los siglos.
Jesús, Santo Banquete, sé nuestro alimento para el camino, para que podamos unirnos a la santísima Virgen María y a todos los ángeles y santos en tu reino. Amén.